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Un lamentable suceso sacudió a la comunidad de Mapocho 3549. Un residente argentino terminó con su vida al lanzarse desde el piso 22. Vecinos relatan que el entorno es hostil y poco adecuado para vivir.
Los Edificios Level solo arriendan departamentos, sin posibilidad de compra. Esto genera un alto flujo de inquilinos temporales. Al no haber propietarios, muchos residentes muestran poco interés en el cuidado del entorno. La falta de pertenencia agrava la situación, creando un ambiente de descuido y deterioro progresivo.
La basura se ha convertido en un problema grave. Envases de comida, botellas y otros desechos terminan en las calles, entre el tramo de Nicolás palacios hasta Matucana. Bolsas acumuladas y desperdicios sin recoger empeoran la imagen del barrio. Los espacios comunes sufren daños y nadie asume responsabilidad. El problema crece día a día, afectando la calidad de vida.
Violencia, basura, inconvenientes de tránsito y falta de vida de barrio
Nicolás Palacios, una calle angosta de dos vías, enfrenta problemas de tránsito. Autos estacionados en ambos costados bloquean el paso. Ambulancias y bomberos encuentran serias dificultades para acceder en emergencias. En una situación crítica, cada minuto cuenta, pero el desorden vial impide respuestas rápidas.
Los vecinos denuncian constantes ruidos molestos en la zona. Personas se reúnen en las calles como si fueran bares al aire libre. Consumen alcohol, escuchan música fuerte y, en algunos casos, usan drogas sin temor a consecuencias. Las fiestas se prolongan hasta altas horas de la madrugada, generando molestias en toda la comunidad.
Llamados a Seguridad Ciudadana han sido ignorados. A pesar de múltiples reportes, la situación sigue sin cambios. La impotencia y el malestar crecen entre los residentes que buscan tranquilidad. Algunos han optado por grabar videos, llamar a paz ciudadana y al plan cuadrante de carabineros, pero al no dar abasto con las incivilizaciones, el problema sigue sin resolverse.
La combinación de hacinamiento, ruido y suciedad afecta la salud mental de los habitantes.
Estrés, insomnio y ansiedad son cada vez más comunes. La tragedia ocurrida es una señal de alerta. Es necesario tomar medidas urgentes para mejorar las condiciones del sector antes de que más personas se vean afectadas.
Recordemos que esta no es la primera vez que sucede, lamentablemente hace unos meses supimos del trágico accidente de una menor de tres años tras caer desde un edificio en calle Gaspar de Orense.
A pesar de la difícil situación, hay esperanza. Si la comunidad se une y exige soluciones, es posible recuperar la calidad de vida. Con orden y compromiso, Mapocho 3549 y 3521 pueden convertirse en un mejor lugar para todos. La presión vecinal y el apoyo de las autoridades pueden marcar la diferencia.
Desde el medio enviamos nuestro pésame a la familia del involucrado.








