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Desde el 1 de julio, las cuentas de electricidad experimentaron un alza promedio del 7,1% en todo el país, según lo informado por la Comisión Nacional de Energía (CNE). En Quinta Normal, este incremento ya empieza a generar consecuencias visibles, tanto en la vida cotidiana de los vecinos como en la estabilidad del comercio local.
Golpe a los hogares
Las familias de la comuna han visto cómo sus boletas se encarecen en un contexto donde el presupuesto ya se encuentra tensionado por el aumento del costo de vida.
“Trabajo de noche y mi hijo estudia, es poco lo que pasamos en casa, de 38.000 incrementó a 135.000 mil pesos, hace meses que no pasan a tomar el estado”, señaló Julio Guzmán, residente del sector Lo Franco.
Los más afectados son los adultos mayores y las familias numerosas, que requieren un mayor consumo eléctrico, sobre todo en invierno, para calefacción, iluminación y uso de electrodomésticos básicos.
Comercio local bajo presión
El comercio de barrio, base de la economía local, también enfrenta un escenario complejo. Panaderías, carnicerías, verdulerías y almacenes, que dependen del uso constante de hornos, refrigeradores y máquinas, ven cómo sus costos fijos aumentan de manera significativa.
Para muchos locatarios, absorber el costo se vuelve insostenible, lo que podría trasladar el alza directamente a los consumidores, encareciendo productos básicos para los vecinos.
“Los pequeños negocios quedamos a la deriva. No tenemos subsidios ni apoyo, y al final terminamos subiendo los precios o cerrando más temprano. Mi cuenta incrementó de 170.000 a 240 y hasta 270.000 mil pesos”, comentó Magaly Llanos, locataria del sector de la Ampliación Lo Franco.
Subsidios y dudas
El Gobierno anunció que en septiembre comenzará a regir un Subsidio Eléctrico , destinado a los hogares más vulnerables según el Registro Social de Hogares. Sin embargo, este beneficio no considera al comercio local, lo que genera inquietud entre los emprendedores de la comuna.
Un problema comunitario
El alza de la electricidad pone en evidencia una doble presión: los vecinos deben ajustar sus gastos y el comercio local se enfrenta al dilema de absorber las pérdidas o encarecer sus productos. En una comuna como Quinta Normal, donde la vida de barrio se sostiene en la cercanía de los negocios locales, el costo de la energía se transforma en un desafío para toda la comunidad.
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Quintanormalino, Co-fundador de “El Carrascal”.


