Alcoholismo: una herida emocional que la comuna no puede ignorar

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El alcoholismo, más que una adicción química, es una herida emocional que se arrastra desde mucho antes del primer trago. Así lo plantea el enfoque psicoanalítico, que ve en el consumo problemático de alcohol un síntoma de vacíos afectivos, traumas no resueltos y vínculos rotos.

En nuestra comuna, donde las cifras de consumo de alcohol preocupan, es importante comprender que el problema no se reduce a la botella. El alcohol suele aparecer como un intento de calmar un dolor interno, como una forma de anestesiar sentimientos de soledad, ansiedad, rabia o tristeza que nunca encontraron un espacio para ser expresados.

Según especialistas, muchas personas con dependencia alcohólica vivieron en su infancia experiencias de abandono, violencia o exigencias extremas, sin recibir la contención emocional necesaria. “No es el licor, es lo que representa: una vía rápida para escapar del sufrimiento, pero que termina dañando cuerpo y alma”, señalan desde el área de salud mental.

La salida, recalcan, no es únicamente dejar de beber. Implica mirar hacia el origen, narrar las historias que dolieron, ponerles palabras y construir una nueva forma de vivir sin anestesia. En Quinta Normal, diversas iniciativas comunitarias buscan precisamente acompañar este proceso, recordando que nadie elige ser adicto, pero sí puede elegir sanar.

Nunca es demasiado tarde para cambiar el rumbo de tu vida.
Si tienes problemas con tu manera de beber, recuerda que no estás solo.
Acércate a Alcohólicos Anónimos en Quinta Normal llamando a:
📞 9 4483 8520 – 9 6224 6510

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