“El edificio maldito”: temor entre vecinos de Poeta Pedro Prado por presencia de personas vinculadas a delitos de alto impacto

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Un creciente temor se ha instalado entre los residentes del edificio ubicado en calle Poeta Pedro Prado en la comuna de Quinta Normal, al que algunos ya llaman “el edificio maldito”, debido a los antecedentes que lo vinculan con hechos de alta connotación pública y presencia de personas relacionadas con el crimen organizado.

En este edificio estuvieron, con solo semanas de diferencia, Scarleth Useche, hermana de uno de los secuestradores del exalcalde de Macul Gonzalo Montoya, y el sicario venezolano Alberto Mejía Hernández, alias Osmar Ferrer, implicado en el asesinato de Reyes Ossa, conocido como el “Rey del barrio Meiggs”.

Ambos casos, investigados por las autoridades, han revelado conexiones con la organización criminal internacional Tren de Aragua, lo que ha encendido las alertas entre vecinos y autoridades.

¿Por qué el edificio de Poeta Pedro Prado?

Según la investigación, tras ser erróneamente liberado por Gendarmería, Mejía Hernández —quien figura en registros internacionales y mantiene una orden de captura de Interpol— se dirigió directamente al edificio de Poeta Pedro Prado. La misma dirección aparece en los registros de transporte de Scarleth Useche entre el 30 de abril y el 6 de julio, según información obtenida por la PDI a través de sus recorridos en la aplicación InDrive.

Las huellas digitales y otros antecedentes recopilados por la policía revelaron que Mejía utilizaba una identidad falsa y que, al momento de ser formalizado y excarcelado por error, fue registrado como Osmar Ferrer.

La jueza Irene Rodríguez, quien primero decretó su prisión preventiva por considerarlo un “peligro para la sociedad”, fue la misma que firmó electrónicamente la resolución que permitió su excarcelación, en un hecho que ha sido duramente criticado y ha puesto en la mira tanto al Poder Judicial como a Gendarmería de Chile.

Un historial oscuro

El edificio también fue escenario de una tragedia en 2022, cuando un niño de tres años cayó desde el piso 14, generando profunda conmoción en la comunidad.

Una vecina del edificio, quien solicitó mantener su identidad en reserva por motivos de seguridad, relató en exclusiva a El Carrascal el ambiente de inseguridad que se vive día a día:

“Vivimos con mucho miedo. Aquí la venta de droga y prostitución es todos los días. Las fiestas en autos estacionados, los carritos de comida, aquí todo es un descontrol. Nadie hace nada, la autoridad no existe”, señaló con evidente preocupación.

Un llamado urgente a las autoridades

La repetida aparición de este edificio en investigaciones de crímenes graves y la evidente falta de fiscalización han encendido las alarmas en Quinta Normal. Vecinos exigen mayor presencia policial, intervención de la municipalidad y acciones concretas para recuperar la seguridad y tranquilidad en el sector.

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