El pasado lunes 22 de septiembre,se promulgó oficialmente la Reforma al Sistema Notarial y Registral, iniciativa que moderniza uno de los servicios más cuestionados por la ciudadanía, actualizando sus aspectos orgánicos y funcionales como parte de la agenda de modernización del Estado.
La ceremonia fue encabezada por el vicepresidente Álvaro Elizalde y el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, quienes destacaron que la nueva normativa permitirá “abrir las notarías al escrutinio ciudadano, mejorar la atención al público y garantizar transparencia en el servicio”.
Cambios clave de la nueva ley
- Concursos públicos: Los nombramientos de notarios, conservadores y archiveros se realizarán a través del Sistema de Alta Dirección Pública, terminando con la discrecionalidad que marcaba el proceso.
- Fin a los cargos vitalicios: Se fija un límite de edad de 75 años para ejercer el cargo, además de prohibiciones para que familiares de determinadas autoridades puedan postular o ser incluidos en nóminas de selección.
- Fiscalización reforzada: El Sernac tendrá facultades para supervisar la calidad de los servicios notariales, permitiendo a usuarios reclamar por problemas de atención, servicios deficientes o cobros irregulares.
- Modernización y digitalización: El sistema deberá garantizar acceso remoto y gratuito a registros, habilitar páginas web informativas, canales de reclamos en línea y mejoras en infraestructura.
- Transparencia en tarifas: Se establecerán precios máximos regulados, definidos mediante un procedimiento técnico en el que participarán los ministerios de Justicia, Hacienda y Economía.
- Mejora en la atención al público: La normativa fija horarios obligatorios de funcionamiento y requisitos mínimos de equipamiento tecnológico para asegurar un servicio eficiente.
Con esta reforma, el Gobierno busca garantizar que los trámites notariales —muchas veces criticados por su costo, lentitud y falta de regulación— se realicen bajo criterios de transparencia.
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Quintanormalino, Co-fundador de “El Carrascal”.
